Justo ayer pude regresar del caluroso Chetumal, un viaje que me hizo buscar contemplar más las cosas. Y bueno, empecé a leer un libro de Bauman con Donskis, titulado "Maldad líquida".
Heráclito dijo que no se puede meter los pies dos veces en el mismo río, y es así, que el líquido fluye, penetra por donde no imaginamos. Así mencionan que es la maldad, entra y desaparece, no nos damos cuenta cuando está ahí. Todo es efímero y deleznable como lo he mencionado desde hace muchos ayeres. Este es un mundo donde ya no hay alternativas: "TINA" (There is no alternative). Entonces de repente sale el nombre del filósofo Wittgenstein y llega la curiosidad en mi respecto a la lingüistica, pues se dice que los discursos ya son vacíos, solo un juego de palabras.
Y sí, este un mundo donde juegan con nuestra mente, donde nos enseñan cómo ser y no cuestionarnos, lograron atraparnos con las redes sociales, ahora solitos nos desnudamos, mostramos quienes somos, cómo pensamos, la intimidad se ha perdido. Y a eso le sumamos que somos máquinas de consumo, compramos cosas que no necesitamos para impresionar a gente a la que le importamos 3 kilos de verga.
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