¿Creer en lo que los demás digan?

Ayer una persona nos compartió que había leído que Schopenhauer decía que no debíamos leer, sino dejar que nuestra mente hiciera su trabajo. En lo personal no me he metido tan a fondo en ese punto específico de su obra, sin embargo posiblemente hay un error de interpretación, pues él mismo leyó bastantes libros y vivió ciertas experiencias para definir su postura filosófica, se decía Kantiano y anti Hegel; en su libro de aforismos, hace referencia a ciertos personajes, como Aristóteles o Epícuro. También hoy cuestioné aquello pensando en la retórica, ¿Cómo lograrla?, pues se necesita del ethos, pathos y logos para ello, cosa que hizo en sus libros. Y si sumamos también la importancia del pensamiento crítico, es necesario para poder cuestionarnos y sustentar aquello en lo que creemos, no dejándonos llevar por lo que la mayoría dice y creyendo que por ello es cierto.

Dicho punto me lleva a un post que leí en la mañana, referente a ¿Por qué la gente no se queja de ciertos gobernadores priístas y sí de AMLO respecto a los feminicidios? Mi explicación a esto es que la gente se deja llevar por lo que dice la "mayoría" debido a su necesidad de sentirse incluídos y no "tontos" por pensar algo distinto. Entonces recordé el experimento de Bandura, en el que a unos niños les pone un video de una mujer golpeando a un muñeco llamado Bobo, posteriormente estos niños en un cuarto con Bobo, también lo golpean, es decir, imitaron la conducta de la mujer. Entonces esto nos lleva a una técnica conductual básica llamada Modelamiento de Repertorios.

Este modelado, es un procedimiento en el que se presenta la muestra de un comportamiento determinado para facilitar que los observadores lleven a cabo una conducta similar. 

¿Qué determina que imitemos el comportamiento de los modelos?

Existen varias explicaciones posibles, sin embargo, es evidente que un factor importante es nuestro historial de premios y castigos por imitar a los demás, y puesto que todos hemos tenido experiencias diferentes, los factores específicos que determinan los comportamientos que funcionan como estímulo para la imitación también varían de una persona a otra.

Esto aplica en mucha áreas, por ejemplo en el trabajo. En mi caso, cuando trabajé como Program Manager, un gerente no me toleraba, yo solía ser rebelde, así que este personaje decidió quitarme mi oficina, no darme un lugar en el estacionamiento y demás, detrás de ello el mensaje era claro, muy al estilo de Tarquino el Soberbio: si son como ella , no tienen un lugar aquí, en cambio si hacen todo lo que les diga, les daré todo lo que quieran. Obviamente tuvo sus modelos, que solían tener personalidad sumisa y fieles a él al darles su buen salario.