Son las once y media de la noche en domingo y apenas acabo una tarea que hice a marchas forzadas, cabe destacar que me esperan muchas más, por lo que mi semana, no será para nada tranquila. Aunque esté el Covid y susana distancia de moda, yo continuo siendo una especie de zombie, con una lista interminable de tareas y una necesidad de ordenar muchas cosas en mi casa. Sé que mis resultados no son los mejores pues vivo a contra reloj, si a caso mi mayor logro es poder ver una película ahora que no voy al seminario de filosofía y las clases de alemán se postergaron, a veces salgo un momento de casa para recoger basura en la calle y darle croquetas a unos perros callejeros.
Son días difíciles para mi y lo complejo de lo que menciono al principio es, ¿Estoy lista para morir? Quizá todo este ajetreo es porque quizá creo que la vida se me va y quiero aprovechar al máximo, buscando sorprenderme con algunas cosas que estudio. Considero ya soy completamente una especie de mujer ermitaña, sin amigos y alejada de todas las personas (incluída mi familia), ni siquiera el facebook me interesa, pues todo es falso y no creo que a nadie le importe mi existencia. Justo hoy me definí como una adiáfora o sea algo indiferente y meaningless.
En fin, como sea heme aquí escribiendo, aceptando esta realidad que para muchos, sería la locura.
Indiferente, pero muy interesante. Me pregunto qué te motivó a estudiar todo lo que estudias. Me pregunto qué te motivó a hacerlo todo al mismo tiempo. Cuando menos yo, he buscado la forma de liberarme de los condicionamientos que me han impuesto los demás solo para darme cuenta de que vivo atrapado en los míos. Por lo pronto trato de tomarlo con calma, analizando cada pequeña cosa, aprendiendo a disfrutar lo que hago nuevamente.
ResponderEliminarQue bueno que tomes las cosas con calma, hay mucho disfrute en ello y creo que ayuda a tener mejor claridad.
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