"Las estrellas visibles parecían inmóviles, cada una en su lugar, como clavadas en el cielo. Cerré los ojos, agucé el oído y pensé en los descendientes del Sputnik que cruzaban el firmamento teniendo como único vínculo la gravedad de la tierra. Unos solitarios pedazos de metal en la negrura del espacio infinito que de repente se encontraban, se cruzaban y se separaban para siempre. Sin una palabra, sin una promesa."
Comencé leer este libro y en un principio no lo sentí interesante, pensé que quizá no era para mi, sin embargo decidí continuar lo cual fue un acierto pues contiene bastantes sorpresas. La historia tiene tres personajes principales, Sumire, Myu y un profesor de primaria que es el narrador, existiendo un triángulo amoroso entre ellos. En general hay mucha melancolía y toques de surrealismo en esta obra, hay una división de realidades en donde alguien pierde su yo completo, y tan solo quedan vestigios de aquello que era, se acepta y asimila que así se tendrá que vivir por el resto de su vida, también el final es misterioso y se presta a diferentes interpretaciones. Pienso que hay partes de la historia en las que podemos reflejar alguna parte de nosotros. Además trata mucho de ese amor etéreo, aquel que soñamos y jamás tendremos, pues no somos correspondidos como quisiéramos, además de lo efímero de los momentos agradables y lo solos que podemos llegar a estar. Definitivamente un libro que vale la pena leer y disfrutar.
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